En el ejercicio de validación en relación al enfoque de género y la gobernanza se reconocen dos características para el Modelo GOTA:

• Permite comprender que la participación no es ciega o neutra al género como factor de poder y discriminación, dado que restringe, limita e incide en la participación de la población femenina, por ejemplo.
• El enfoque plantea que, para ampliar y elevar la calidad de la participación, es fundamental trabajar en el reconocimiento de aquellos obstáculos o situaciones que desde lo privado/intimo están restringiendo la participación de las mujeres (machismos, cultura patriarcal).
  
• Esto aborda un debate urgente alrededor de que también los espacios del gobierno del hogar de la familia y lo comunitario formen parte del concepto y análisis de la gobernanza. Para el feminismo es importante que el espacio íntimo y privado de la familia esté ahí, puesto que en ese espacio se construyen y perpetúan relaciones de poder, tomas de decisión y de gestión inequitativas.
• El enfoque de género supone ampliar o integrar áreas de decisiones y procedimientos que vayan más allá de lo instrumental en la participación (que asistan más mujeres a los eventos, por ejemplo), desarrollando procesos programas y proyectos de más largo aliento que trabajen en las brechas y en sus transformaciones. Y para lo anterior, es fundamental que se incluya la voz de las mujeres que hacen parte.